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Hay que tener una cosa bien clara, no tema denunciar una estafa.
Ningún
falso vidente que tenga que recurrir al fraude tiene poderes mágicos
reales para hacerle daño, de tener poderes no necesitaría recurrir al
fraude.
El miedo es una de las principales armas en las que se
amparan para no ser denunciado y por lo tanto perjudica a las demás
personas que pueden cometer sus mismos errores y ser timados como al
gremio del esoterismo bastante devaluado ya.
Este es un elemento interesantísimo de reflexión que se repite hasta la saciedad en las víctimas de estafas esotéricas; la abstención de presentar denuncia contra un vidente por temor a represarias mágicas. Obviamente esto es absurdo, ya que un falso brujo que recurre al fraude para simular poderes psíquicos, es porque no tiene ningún poder real, ni para bien ni por supuesto para hacer el mal. Y conste que algunas víctimas de estafas lo tendrían especialmente fácil para poner en conocimiento policial tales delitos.