Vive mas siendo optimista

Según estudios comparativos de la media de vida de nuestros antepasados de Atapuerca y nosotros se observa que vivimos más pero si nos cuidamos. La actitud optimista nos impulsa a disfrutar de más y mejor vida en nosotros y nuestro entorno. Es verdad que las expectativas de vida actuales han aumentado pero, en general, es una calidad de vida muy degradada. La gente fracasa porque pierde las ganas de vivir. La enfermedad de moda es la depresión. Corremos y no sabemos hacia dónde. A diferencia de los profesionales que se dedican a ayudar a quienes se quieren suicidar, también los hay que ayudan a apuntalar a los que quieren ser felices, a enseñar a la gente a vivir. Basándonos en el principio de que las energías se contagian, es preciso vivir junto a quienes nos transmiten energía positivas. Aunque no podemos elegir las cartas para gobernar la vida, sí podemos jugar las cartas. Nos han enseñado a sufrir, y hay que aprender lo contrario: a disfrutar. Hay personas que se consideran viejas, ya desde los 20 años porque no tienen futuro. Hay personas que no se quieren levantar de la cama. Hay personas que amanecen con mal humor. Todos estos síntomas son negativos. Teniendo en cuenta que el cambio más importante en la humanidad fue la esperanza de vida, esto nos obliga a un esfuerzo continuo para no atocinarnos. Las emociones son una novedad que nos impulsa a hacer cosas buenas en contra de la genética que nos invita a hacer cosas malas. Toda la genética está orientada para hacernos vivir y procrear. Hasta hace 6 mill. de años no había seres humanos en la Tierra. Hemos aprendido a comunicarnos sólo hace 12.000 años. Hemos aprendido a escribir hace 3.000 años. En aquellos años ningún mono superaba los 25 años. De cada 10 hijos morían 8, antes de la etapa reproductiva. Las niñas tenían el periodo a los 6 años. Comenzaban a reproducir y reproducir y morían muy jóvenes. No había depresión porque no había tiempo. Las hembras se quedaban en la cueva, cuidando a los hijos. Los machos salían a la caza, a la guerra y volvían a la noche. Sobrevivían los más cobardes, los traidores. Nosotros venimos de los simios más asquerosos. Aquél que decía:”yo os defiendo”, aquel murió. Cuando faltaba comida y había uno que dijo:”yo no como por el resto”, aquél murió y no dejó semen. Venimos del que robó la comida y como la robó sobrevivió. Al mono dominante se le llamaba espalda plateada y nosotros le llamamos Director General. La vida de pareja era corta. Hoy puede durar unos 80 años. Esto no es fácil porque no es lo mismo el mono de 20 años, cachas, que algunos de nosotros. El cuidado físico es la primera característica para la calidad de vida, pero no olvidemos que el cerebro no está preparado para 100 años, por eso, hoy, el éxito está en el mantenimiento. Nacemos buscando amor y morimos buscando amor. Aunque la gente feliz y optimista rinde más, en los colegios se siguen esforzando en enseñar matemáticas… y ni una hora de optimismo.